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Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional

Facultad de Matemáticas - Escuela de Ingeniería

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El programa, que empezará durante el segundo semestre de 2022, apunta a la formación avanzada de estudiantes nacionales y extranjeros en el desarrollo e implementación de herramientas computacionales basadas en la modelación matemática de punta, con el objetivo de generar soluciones a problemas complejos tanto en el ámbito público como en el privado. Uno de los rasgos distintivos del magíster será su carácter de investigación.

 

 

Hoy las matemáticas están presentes en prácticamente en todos los campos imaginables. Por ejemplo, su continuo desarrollo es fundamental para lidiar con los enormes volúmenes de datos generados por el mapeo de genes y el estudio de lejanas y enormes galaxias. También son esenciales para la generación de modelos avanzados que ayudan en el estudio del clima, además de facilitar la transferencia segura de información mediante la criptología y permitir la captura e interpretación de datos biológicos a través de la bioinformática. Sin ir más lejos, resultan fundamentales para las operaciones de los celulares, los autos e, incluso, el funcionamiento de una herramienta tan cotidiana como el buscador Google.

Abordar estos desafíos es el objetivo de la ingeniería matemática y computacional, ámbito en el que se ponen en práctica métodos avanzados de matemáticas aplicadas y capacidades computacionales que no sólo permiten crear métodos más robustos para generar soluciones a problemas complejos, sino que también facilita el establecimiento de puentes entre distintas disciplinas y, además, es capaz de generar un fructífero nexo entre sociedad e industria. Atendiendo a la necesidad de contar con un mayor volumen de profesionales especializados en esta área, y también a su misión de desarrollar formación interdisciplinaria de vanguardia en matemática aplicada y teoría de la computación que vaya en directo beneficio de la comunidad y produzca cambios científicos, tecnológicos, y sociales concretos, el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional de la Universidad Católica (IMC) alberga el nuevo Magíster en Ingeniería Matemática y Computacional.

Se trata de un programa que recibirá a su primera generación durante la segunda mitad de este 2022 y que busca aportar en la formación avanzada de estudiantes nacionales y extranjeros, con el fin de que adquieran conocimientos sólidos en los fundamentos matemáticos y su aplicación a problemas diversos a través del modelamiento y análisis matemático. Además, se busca que los estudiantes incorporen los fundamentos computacionales, teóricos y prácticos que les permitan desarrollar e implementar diversas herramientas.

“Hay una necesidad general de gente que tenga un nivel de conocimiento un poco más profundo que simplemente manejar estas herramientas, para así poder proponer versiones que sean novedosas y que se adapten a los requerimientos específicos del problema que se desea resolver. Eso implica entonces seguir un programa de estudio que esté orientado, precisamente, a que los estudiantes desarrollen esa profundidad. Este magíster tiene un carácter de investigación y en eso se diferencia de otros magísteres que apuntan más bien a conocer una diversidad de herramientas”, explica Cristóbal Rojas, profesor asociado del IMC y jefe del comité de postgrado.

 

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Tal como señala el académico, este nuevo magíster -que durará cuatro semestres y se desarrollará en una modalidad diurna presencial de 8:30 a 18:30 horas- presenta características únicas que lo diferencian de programas ofrecidos por otras instituciones. “Ante el déficit de gente bien capacitada en esta área en el mundo en general, las universidades más importantes, como el MIT o Harvard, han generado programas específicos en esta área. Pero en Latinoamérica no hay. La mayoría de los programas de la región están más bien enfocados en la profundización de una sola área, ya sea la parte matemática, la estadística, o la computacional. En ese sentido nuestro magíster se diferencia al buscar abarcar todas esas áreas de manera transversal, para que los egresados tengan esa flexibilidad a la hora de trabajar”, indica Rojas.

Al postular, los candidatos ya deben haber contactado a alguno de los profesores del magíster -entre los que se cuentan expertos en astrofísica, gestión de operaciones, teoría de bases de datos y computación científica, entre otras áreas- y tener un respaldo de uno de esos académicos para llevar adelante un tema que sea de su interés. “La progresión de cursos del magíster está organizada de forma de ir apoyando el desarrollo de la investigación. Ya en el primer semestre los estudiantes tienen un curso de seminario de investigación, donde exploran qué significa hacer un trabajo de este tipo e inmediatamente a partir del segundo semestre empiezan el proceso de identificar los problemas asociados a su propia investigación y de plantear una hoja de ruta para abordarlos. Todo esto con el apoyo de su profesor desde el inicio”, explica Rojas.

Una ventaja adicional de este modelo, agrega el académico, es que facilita que los estudiantes tengan un aliciente ligado directamente con su proyecto a la hora de elegir los cursos optativos que ofrece el programa, y que abarcan las siguientes áreas: algoritmos, combinatoria y optimización; cómputo científico y análisis numérico; aprendizaje estadístico y ciencia de datos; y razonamiento matemático. La idea es que los alumnos puedan decidir “qué cosas quieren aprender o necesitan aprender, algo que es muy diferente a simplemente llegar a un curso que te toca y que tienes que abordar sin necesariamente tener una motivación personal”.

Este enfoque apunta a nutrir la capacidad de los estudiantes de desarrollar investigación en contextos interdisciplinarios y de proponer e implementar soluciones innovadoras a problemas complejos en las múltiples áreas donde hoy se utiliza la ingeniería matemática y computacional. “Las posibles aplicaciones que tiene esta área presentan la más amplia diversidad. Por ejemplo, está el sector público donde se presentan problemas logísticos en la planificación de rutas de transporte o la gestión de turnos médicos en la salud. En ciencias políticas también se están integrando sistemas que asisten a la hora de decidir a quién asignar fondos. Además, la inteligencia artificial está irrumpiendo en todos estos aspectos, y hay una serie de implicancias y consecuencias súper delicadas que hay que tomar en cuenta, y que si uno no tiene los conocimientos profundos o adecuados puede pasarlas por alto”, comenta Cristóbal Rojas.

Más allá del sector público, en el ámbito privado están los bancos y todas las aplicaciones al mundo financiero en general. “Incluso en términos de investigación científica también ya se han instaurado herramientas de inteligencia artificial, que de cierta forma buscan automatizar los descubrimientos. Todo esto obviamente requiere de conocimientos muy específicos, porque las cosas que se desean hacer tienen que estar muy bien diseñadas y deben ser analizadas para poder prever todas las consecuencias que pueden tener. Eventualmente van a desplegarse de forma masiva y el impacto que tienen en una sociedad es potencialmente muy grande, por lo que hay que hacerlo con gran responsabilidad”, agrega el académico.

Perfil de estudiantes y el potencial del IMC

Para poder participar del Magíster en Ingeniería Matemática y Computacional, se requiere contar con el grado académico de Licenciado en Ingeniería, Matemática, Estadística, Ciencia de Datos o afines, otorgado por una universidad reconocida por el Estado de Chile o, en el caso de instituciones extranjeras, por el Estado del país correspondiente. Además se debe aprobar el proceso de selección, que cuenta con cuatro etapas: envío de antecedentes, evaluación de antecedentes, notificación formal del resultado y postulación a becas si correspondiese al caso.

“Dentro de la propia universidad, ya hay varios estudiantes que hacen sus tésis de magíster con profesores del IMC en temas de ingeniería matemática y computacional. Al existir esta nueva oferta creemos que una parte de esos estudiantes van a elegir este programa de manera natural”, comenta Cristóbal Rojas. Además, señala, dado que en Latinoamérica este va a ser un magíster pionero en su tipo, las “expectativas están puestas en atraer un gran número de alumnos de países de la región. Por un lado, la idea es que el magíster se haga de un prestigio que convoque buenos estudiantes que vengan a formarse en este tema, pero también el programa puede verse como una plataforma de conexión con el resto del mundo. Aquí los profesores tienen colaboraciones activas con grupos internacionales y a través de esas redes los estudiantes van a poder acceder a quizás hacer un doctorado en alguna universidad extranjera de prestigio”.

Esta es sólo una de las características que hacen que el IMC sea el lugar ideal para dictar un magíster de este tipo. “Todos los profesores que trabajan aquí tienen experiencia, son reconocidos y conforman un equipo académico de muy buena calidad. Además, el instituto está inmerso en un campus que es diverso y abarca varias áreas, por lo que muchas de las aplicaciones se desarrollan en conjunto con otros institutos o facultades. Eso da la posibilidad de poder desarrollar interdisciplina de forma real, lo que le da una característica especial a este lugar”, explica Rojas. De hecho, en el Campus San Joaquín de la UC funcionan múltiples entidades con las que el IMC tiene nexos, tales como el Instituto de Ingeniería Biológica y Biomédica (IIBM), el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) y el Instituto Milenio Fundamentos de los Datos (IMFD).

 

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Con todo este potencial, Rojas señala se espera que los egresados del nuevo Magíster en Ingeniería Matemática y Computacional logren desarrollar un dominio de las matemáticas que “sea amplio y flexible y que, además, tengan la experiencia para transformar eso en modelos que reflejen el problema aplicado al que ellos están trabajando”. También resulta muy importante que adquieran “la experiencia de investigación, que entiendan la temporalidad en la que eso ocurre y que tengan la autonomía como para saber discernir qué cosa deben aprender. Además deben desarrollar habilidades de computación, para tener claro cuáles son las posibilidades de implementar estos modelos matemáticos computacionalmente, de forma que se puedan escalar y replicar”.

Otro aspecto importante es que los egresados logren tener una visión amplia de la problemática que están abordando, para así poder comunicarse “con distintos actores, porque dado que estas herramientas son aplicadas en diferentes áreas pueden tener que dialogar con profesionales de la salud o de las ciencias políticas, además de funcionarios de bancos o inversionistas. Entonces deben tener la habilidad no tan solo de comunicarse, sino que también de funcionar como un mediador entre las partes involucradas. Por eso el perfil del magíster está organizado de forma tal de congregar todas esas habilidades de forma armoniosa”.

Para mayores consultas, los interesados en este nuevo programa pueden escribir al correo iEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o visitar el siguiente enlace: Postgrado IMC