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Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional

Facultad de Matemáticas - Escuela de Ingeniería

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La docente del Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional (IMC) es ingeniera civil mecánica y doctora en astrofísica. Hoy se desempeña como jefa de programa de la Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de Datos que dicta el IMC y también es investigadora de CIGIDEN y CENIA. En este artículo, la académica cuenta cuáles son sus actuales líneas de estudio y el rol del galardón obtenido en la visibilización del trabajo que realizan las científicas en el país.

 

 

Adelina Gutiérrez nació en 1925 y estudió en el Liceo María Auxiliadora de Santiago. Se tituló como profesora de Estado en 1948 y luego comenzó a dictar el ramo de ciencias en el Liceo Darío Salas. Al mismo tiempo comenzó a seguir una ruta que la llevaría hacia la rama de la investigación que cautivaría su vida. Todo comenzó en 1949, cuando se integró al Observatorio Astronómico Nacional, donde desarrolló y publicó numerosos estudios sobre la fotometría fotoeléctrica de las estrellas australes. A fines de la década de los 50 viajó a EE.UU., donde se convirtió en la primera chilena en obtener un doctorado en astrofísica, para luego volverse en 1967 la primera mujer en integrar la Academia Chilena de Ciencias.

Producto de esos logros, ese organismo creó el premio de Excelencia Científica a Investigadora Joven “Adelina Gutiérrez”, que otorga anualmente con el objetivo de contribuir a la promoción de la ciencia en el país e incentivar a las investigadoras jóvenes menores de 40 años. Hace algunos días, la Academia anunció que el galardón 2021 en la categoría Ciencias Exactas recayó en Paula Aguirre, ingeniera civil mecánica y académica del Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional (IMC) de la Universidad Católica, quien comparte su área de estudios con la investigadora que inspiró el premio: al igual que Adelina Gutiérrez, la docente es doctora en astrofísica.

Actualmente, Paula Aguirre es jefa de programa de la Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de Datos que dicta el IMC y, además, es investigadora del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA). En cuanto a las líneas de estudio que hoy desarrolla, la académica indica que abarcan dos áreas generales: “Una es la que está más asociada a CIGIDEN y tiene que ver con riesgo y resiliencia en sistemas urbanos complejos y redes, y la otra que es más nueva surgió a partir de la creación de CENIA y se trata sobre aprendizaje de máquinas informado por la física. Si bien son líneas que en principio van por carriles distintos, la idea es irlas conectando ya que mi objetivo es que lo que se vaya desarrollando en aprendizaje de máquinas también se pueda ir aplicando a problemas más relacionados con eventos extremos como terremotos y otros fenómenos naturales”. La docente agrega que esas herramientas también podrían servir como “insumos para la evaluación del riesgo de desastres”.

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                          La docente participó recientemente en el primer Encuentro de Investigación de este 2022 organizado por la Comunidad de Investigación                       IngUC, donde compartió su experiencia con los alumnos.

Paula Aguirre añade que lo que busca es aprovechar todas las herramientas que existen en el ámbito de la inteligencia artificial para el análisis y detección de distintas anomalías o fenómenos en base a registros satelitales. “Tenemos mucho flujo de información de imágenes satelitales en distintas bandas de observación, ya sea del tipo infrarrojo, óptico y radar, entre otros. Cuando hay fenómenos como inundaciones uno los puede mapear y delimitar en base a imágenes satelitales. Esos datos también podrían servir para detectar, por ejemplo, daños asociados a terremotos o algún otro evento”, señala la docente. Estos datos, precisa, también se podrían aprovechar para “caracterizar los elementos expuestos en ciertas regiones y evaluar cómo se podrían ver eventualmente dañadas o para analizar las amenazas mismas y así entender cómo evolucionan en el tiempo”.

Todo este trabajo tiene su base en la ciencia de datos, la disciplina que da vida a la Licenciatura de la cual Paula Aguirre es la jefa de programa y que recibió a su primera generación en 2021. “Todo este trabajo utiliza datos en terreno y datos de sensores que se combinan con herramientas de análisis estadístico o aprendizaje de máquinas para estudiar distintos problemas. El enfoque y los recursos que se utilizan están estrechamente relacionados con lo que se enseña en el currículum de ciencia de datos. De hecho, hay alumnos que hoy integran el Club de Investigación en Ciencia de Datos -formado recientemente por estudiantes- y que he estado incorporando en proyectos relacionados a estos temas”, indica la académica.

En cuanto al galardón obtenido, Paula Aguirre agradeció la plataforma que brinda para mostrar el trabajo que realizan las investigadoras jóvenes: “Se entiende que son jóvenes también en el contexto de la carrera académica y que también hay una mirada hacia el potencial desarrollo femenino, porque entre los 30 y 40 años típicamente hay hitos que marcan la vida personal y la carrera de las mujeres”, señala. La docente agrega: “Por ejemplo esa es la edad en que se suelen tener hijos, por lo que hay un desarrollo paralelo que a veces compite con el tiempo para hacer investigación a buen nivel. Por eso, interpreto el premio como una forma de visibilizar el trabajo que uno logra hasta los 40 años a pesar de todos los ciclos vitales que coinciden con la época en que se requiere ser más productiva para desarrollar una buena carrera”.

Precisamente, la doctora María Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, felicitó a las ganadoras señalando que para esa organización el anhelo es que tanto Paula Aguirre como la doctora María Belén Camarada -ganadora de la categoría Ciencias Naturales y también académica de la UC- “destaquen en sus ámbitos de investigación; y que este logro sea un aliciente para el futuro de sus carreras”. Las ganadoras recibirán su distinción, en un equivalente a 1.500 dólares, en una sesión extraordinaria de la Academia Chilena de Ciencias en la que deberán realizar una exposición de su trabajo.