La actividad de dos días se realizó recientemente en el San Francisco Lodge, en la provincia de Los Andes. La instancia sirvió para identificar líneas de investigación y plantear ideas para potenciar las labores de docencia y transferencia que realiza el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional.
El San Francisco Lodge, ubicado a 90 minutos de Santiago en la provincia de Los Andes, fue el escenario de un reciente retiro de dos días que congregó a los académicos que integran el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional (IMC). Cristóbal Rojas, profesor asociado del Instituto y doctor en matemáticas y ciencias de la computación, señala que el objetivo del encuentro fue “generar un ambiente propicio para que los académicos pudieran concentrarse en acordar las bases del nuevo plan de desarrollo que regirá las actividades del IMC durante los próximos cinco años”.
Los profesores del IMC reunidos en el San Francisco Lodge.
Según agrega el profesor, la cita -que se desarrolló en los salones del recinto y en varias zonas al aire libre- fue una instancia “muy agradable donde pudimos intercambiar opiniones de manera relajada. Es muy importante que el IMC tenga un norte claro con el que todos sus miembros se sientan comprometidos, y este tipo de instancias en mi opinión contribuyen enormemente a ese objetivo”.
Durante el retiro, se presentó un informe de autodiagnóstico elaborado recientemente y las conclusiones en torno al mismo elaboradas por un comité internacional y un comité directivo UC. Al respecto, Cristóbal Rojas indica que a grandes rasgos la evaluación hace hincapié en la calidad de la investigación que se realiza actualmente en el IMC y, además, se recalcó su alto potencial. “Las conclusiones más importantes van orientadas a que deben buscarse mecanismos para lograr un involucramiento más vinculante de todos los miembros del IMC en las decisiones y planificaciones del Instituto”, precisa el académico.
El diálogo que se estableció durante el retiro permitió que los académicos propios del IMC y aquellos en cargo compartido con otras unidades de la UC identificaran tres líneas de investigación interdisciplinaria en las que el IMC se proyecta a futuro: flujos geofísicos, biología matemática y computacional, y algoritmos y sociedad. “Se trata de áreas en que miembros del IMC ya trabajan, y que suscitan el interés suficiente como para empujarlas y desarrollar cada una”, comenta Rojas.
Carlos Sing Long, Marcelo Arenas, Anastasios Matzavinos y Federico Fuentes.
La labor de docencia -que hoy abarca programas de pregrado como la Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de Datos y de postgrado como el recientemente creado Magíster en Ingeniería Matemática y Computacional- también se hizo presente en el diálogo desarrollado en Los Andes. En ese sentido, agrega el académico del IMC, la conclusión más clara fue la necesidad de crear un doctorado en Ingeniería Matemática y Computacional, junto con implementar acciones que fomenten el aumento de estudiantes en los programas actuales, particularmente de estudiantes mujeres.
En cuanto al área de transferencia, entre los académicos surgió la idea de estructurar una oficina que se encargue de apoyar tanto en conectar oportunidades con los académicos del IMC como en implementar las actividades de transferencia propiamente tales. Además, añade Cristóbal Rojas, se discutió “la necesidad de generar instancias para visibilizar las distintas posibilidades que ofrece el IMC, para poder articular de forma más eficiente la relación entre el Instituto y su entorno”.